Este jueves pasado, por fin saqué tiempo para acercarme a las oficinas de Microsoft para disfrutar de una presentación realizada por Bruno sobre Microsoft Robotics. Y poder conocer de primera mano el famoso “Robotijo” que lleva paseando por, literalmente, medio mundo.
He de reconocer que mi “ego” se sintió un poquito más grande al reconocerme este distinguido caballero. Y es que ya son más de una y de dos reuniones a la que asisto como oyente.
La charla estuvo bien. Me aclaró el alcance de las posibilidades con este “juguetito” y me quito de la mente el dedicarme a programar estaciones espaciales automáticas con este software. El robotijo es la cosa más fea del mundo –pero no tanto como la aspiradora- pero con un increíble feeling a “number 5” y con el mismo buen rollito.
El robotijo siguiendo la línea negra…
Es de señalar que le acababa de llegar LA MAQUINA a Bruno (un bicharraco con un micro de 64bits y 8Gb de RAM) y la charla fue un verdadero compendio de la ley de Murphy y el efecto “presentación”. Vamos, todo lo que pudo ir mal lo fue. Y algo más. Pero Bruno, con su increíble capacidad de comunicación, sobrellevo la presentación y nos mantuvo atentos durante las dos horas que duró.
De lo mejor, los vídeos del “perseguidor de gatos negros”, el VPL (Visual Programming Language” y – con mucho – los movimientos del robotijo. Que aún haciendo nada, nos tenía embobados a los frikis de la electrónica que estábamos presentes y que lo mirábamos como si fuera magia.
“la diferencia entre los niños y los adultos es el precio de los juguetes.”
P.D. Que gusto/interesante la charla antes de la presentación sobre metodologías y procesos de desarrollo.
1 comentario:
Hey Juan, pues la verdad que da gusto dar una charla y después tener un feedback de este tipo :D
y como dices, es cierto, lo que más nos gusta es siempre esos 10 o 15 minutos antes o después donde podemos comentar el día a día de nuestro trabajo :D
Saludos
Publicar un comentario